Compartimos con ustedes el discurso de Mari Próspero en la ocasión del homenaje a Mercedes Arando, co-fundadora de la ONG.
Este encuentro que han promovido los integrantes del grupo que respalda el Colegio Saint Patrick’s, nos parece que integra una de las ocasiones más nobles de estos tiempos: Acción, reconocimiento y homenaje.
Como integrante de la ONG “Por los niños uruguayos” quisiera destacar facetas de la persona de Mercedes.
Gran maestra, madre y amiga. Compañera de trabajo siempre disponible para quien la necesitara.
En sus cargos de Escuela Pública se brindó con toda su capacidad integrando equipos de maestras que llegaron a la excelencia.
Lo mismo en la Escuela Privada, donde compartimos el Plan DENI, que trataba de iniciar a los niños en la expresión por medios de comunicación y la creación de videos que fueron disfrutados por sus padres.
Luego tomó a su cargo la reorganización de la Biblioteca del Colegio Jesús María, transformándola en una sala ordenada, con un prolijo índice, al cual recurrían los alumnos, encontrándose además con una información complementaria que ella siempre les brindaba, además del “rincón de los pequeños artistas” que generara.
Mujer de una memoria privilegiada, fue además la memoria vivía del barrio, con sus aportes de información, material gráfico y escrito. Recuerdo cuando se hizo en Portones la exposición de la historia de Carrasco.
Colaboró y mucho con la Comisión del Barrio Santa Mónica, y he de decir que la Sra. Beatriz Magliatti me pidió expresamente que mencionara cuánto la valoró y apreció, en la imposibilidad hoy de sumarse a este homenaje.
Fue una escritora de pluma ágil y clara. Historias, poemas, cuentos, uno de los cuales se publicará en breve, en una obra que comprenderá el trabajo de varios escritores de la zona.
Incansable como sembradora de ideas y estímulo para el conocimiento, trabajó con el grupo de jóvenes del “barrido” en el Parque Fernando García. Esto lo realizó en una época en que su salud ya no la acompañaba y teniendo que tomar dos ómnibus para llegar pues se había mudado lejos del barrio.
A veces yo le decía: “- Mercedes vamos a dejar este trabajo, ni tu ni yo tenemos la fuerza de la juventud”. Y siempre me contestó con sus palabras proféticas: “- Hay que seguir. Y ya verás que otras cabezas y otras manos tomarán la posta para el bien de esta gente que queremos tanto”.
Y tuvo razón, aquí está su obra. ¡Adelante queridos amigos!
Mary Próspero
Maestra Co-Fundadora
ONG POR LOS NIÑOS URUGUAYOS